Las propiedades del aceite de Cáñamo de suavidad, rápida absorción y alto valor nutritivo lo hacen un elemento idóneo para la protección cutánea y de base para la elaboración de productos de alta cosmética (aceites protectores, lápices de labios, champúes, jabones, etc.). Desde hace miles de años también cura problemas de la piel, como excoriaciones, quemaduras y herpes. En general, el aceite de Cáñamo es aconsejable para pieles sensibles.